He llegado a la conclusión que tengo algo que atrae. Y aún mejor: lo sé y disfruto con ello. Sí, tengo cierta atracción para los proyectos ¿o en qué estábais pensando?
Al principio piensas que es algo puntual, luego piensas que es una reacción en cadena pero al final, uno tiene que asumirlo y llamarlo por su nombre: atracción.
Echando la vista atrás, son más de 15 años enrolado en diferentes proyectos a lo largo de mi vida: en el colegio, la facultad, por amistades, trabajo, etc. (y lo que te rondaré morena). Cual camaleón, me he adaptado en los diferentes campos en los que me involucré: temas sociales, deportivos, formativos, tecnológicos,… Son demasiados campos y muy dispares entre sí, pero no puedo evitar retarme a conseguirlo.
El elemento común de todos los proyectos en los que participé, es que fueron proyectos nuevos. En ningún caso fue incorporarme a uno recién comenzado o estabilizado. Y, personalmente, es algo que me llena de satisfacción. Y es que el romanticismo de las primeras reuniones (cafés, feedback por email, llamadas por teléfono, reuniones informales,…) hasta llegar a sacar el producto final, me encanta y no debe perderse.
Hace año y medio, me ofrecieron un proyecto muy interesante para un departamento de una universidad de Madrid con prestigio. Podría haber sido un innovador material educativo para esa especialidad universitaria e incentivo para investigaciones posteriores, pero murió sin llegar a haber nacido. ¿Cuál fue el principal problema? fácil: una mezcla de prisas y desidia por parte de la parte interesada (a parte de comunicación no recíproca). Todos aquellos bocetos, brainstorming, estructuras de trabajo se fueron al backup de trabajos inacabados.
Ahora mismo tengo dos proyectos muy diferentes a la par que grandes encima de mi mesa desde hace un par de meses. La importancia y la relevancia que pueden alcanzar cada uno de ellos, hacen que de momento no comente cuál es su temática. La complejidad y la responsabilidad que recae para iniciarlos es proporcional a la motivación para ejecutarlos.
En mi caso, está claro: he nacido con atracción y no puedo evitarlo. Explotaré este don.
«Una meta establecida en forma apropiada es el cincuenta porciento de lograrla» Zig Ziglar
XoXo
Crazyalf in the World 
La cansina de turno again 😉
Esto de los proyectos es un tema muy interesante o como dirías tú con lo bilingüe que eres: «very interesting» …. porque hay mucha tela que cortar, pero bueno por partes…
En primer lugar, ¿Tantos años tienes para decir que llevas 15 años con diferentes proyectos, jajajajja? 😉 en respuesta a tu pregunta de si la atracción se hace o se nace, pues yo creo que las dos cosas, hay gente que tiene ese don y le sale de manera natural y otros lo vamos adquiriendo a lo largo de nuestra experiencia profesional y por las diferentes situaciones a las que nos vamos enfrentando.
Por regla general, cuando se empieza un proyecto nuevo se suelen invertir todas las ganas, fuerzas e ilusión, eso es lo que nunca debe perderse en mi opinión, ¿Pero qué sucede cuándo por causas ajenas esto se pierde? Se acaban los proyectos, te expulsan de ellos y un largo etcétera…. ¿Dónde van todas esas cosas que invertiste? No quiero decir con esto que no se pongan ganas, sino todo lo contrario, afrontar todo proyecto nuevo como un reto a superar pero no como algo personal porque sino cuando finaliza, ¿qué ocurre?
Y al hilo de tu post y como yo he venido aquí a hablar de mi libro, enlazo mi post sobre «Cuando los proyectos se acaban» en Biblogtecarios, escrito en diciembre de 2010 http://www.biblogtecarios.es/belenbenito/cuando-los-proyectos-se-acaban
Suerte con tus nuevos proyectos y con esas ganas y empeño!!!
Saluditos
BBB
Pues… te iré respondiendo por partes. Sí, llevo como 15 años metido en diferentes proyectos. Al principio no me lo creía cuando lo escribí y lo borré. Luego seguí mirando y dije: ufff, sí. son 15!! Fue cuando empecé con la primera web de fútbol base salmantino y a la par, comencé un proyecto ambicioso sobre el fútbol base de toda España.
Sí, la pregunta quedó abiera. Se nace o se hace. En mi caso… me he dado cuenta que nací con ella. En otros, estoy contigo que a lo largo de la experiencia profesional se van adquiridiendo más habilidades en las que te motivan a superarte.
Muchas pueden ser las causas por las que uno abandona (o le hacen abandonar) un proyecto. Casi en ningún caso debemos pensar que el tiempo, ideas, ilusiones, material, etc… que invertimos antes se pierde o fueron en vano, puesto que la mera actitud y ganas que pusiste, le añaden un plus de experiencia cuando comiences otro.
¿reto personal o profesional? A veces, lo segundo implica a lo primero, y es en ese momento cuando la carga emotiva sufra más desgaste.
Gracias por tu apoyo y que siga para adelante biblogtecarios que va por buen camino 😉
…Me gusta tu empuje…será que me recuerdas a alguien ??? 😉
Gracias mj! ¿te recuerdo a alguien? Espero que para bien, jejee.